Descubrimiento de una Ibiza insospechada

Descubrimiento del centro de Eivissa. Paseo cultural por el casco histórico de Dalt Vila, de compras por las calles de la Marina, repletas de pequeños comercios, y paseando por los callejones de Sa Penya, un barrio gitano con un encanto pintoresco. Por la tarde, paseo por el puerto donde los desfiles de gogos calientan el ambiente antes de unirse a las mega discotecas de Ibiza, entre ellas la inevitable Pasha, situada a unos veinte minutos a pie en la zona de Ibiza Nueva.

Senderismo hacia el sur: desde Platja d'en Bossa pasando por el Puig des Molins (Patrimonio de la Humanidad) hasta Es Codolar, o Es Cavallet y Ses Salines (8 km de ida, duración aproximada: 4 horas). Regreso a Platja d'en Bossa, a pie o en transporte, para una cena en la isla y una merecida noche de sueño.

En el sur de Ibiza se pueden visitar los restos del yacimiento fenicio de Sa Caleta y la observación de aves en las marismas del Parque Natural de Ses Salines, mientras se disfruta de un baño antes de ir a admirar la puesta de sol con vistas al islote de Es Vedrà.

Salida hacia Santa Eulària. Después de un sólido desayuno ibicenco, tomaremos la ruta cicloturista a Sant Gertrudis (duración aproximada del viaje: 2 horas, son posibles diferentes rutas dependiendo del nivel de dificultad), almorzaremos en el Bar Costa para disfrutar de los bocadillos y visitar la ciudad, y luego nos dirigiremos a Sant Llorenç para pasar una noche en una cabaña rural.

Tras visitar las instalaciones de la fábrica de aceite de Can Miquel Guash, nos dirigimos al bonito pueblo de Sant Carles para hacer compras en las callejuelas de su famoso mercado hippie de los sábados: Las Dalias. Desde allí se llega fácilmente a la sublime playa de Aigües Blanques, famosa por sus aguas cristalinas, y se puede pasear hasta el atardecer.

Dirección Cala de Sant Vincent para una degustación adecuada de la especialidad invicta de Can Gat, la muy buena bullit de peix, que gustosamente digeriremos al sol, en la vasta playa frente al restaurante. Luego caminata de unas 3 horas por la costa hasta Portinatx y sus calas de color turquesa, pasando por el majestuoso faro Moscarter.

En el norte de la isla, una mañana de ocio en la playa de Portixol, seguida de una parada gastronómica en el centro de Sant Joan, frente a la hermosa iglesia del pueblo, donde cada domingo se celebra un pequeño mercado de artesanos. A continuación, visitaremos la iglesia de Sant Miquel con vistas a la ciudad, antes de dirigirnos a Port Sant Miquel para visitar la cueva de Can Marçà, antiguo refugio de piratas.

Desde allí, tomaremos el camino hacia el oeste de la isla, a través de las tierras cultivadas de Sant Mateu -con una visita a la bodega de Sa Cova que incluye una degustación de productos típicos- y de Santa Agnès. Aquí encontrará algunas direcciones de agroturismo muy buenas, en un lugar fresco y en el interior del país.

Temprano por la mañana, nos dirigiremos a la bahía de Sant Antoni para una excursión en kayak antes de ir a disfrutar de los platos típicos del excelente restaurante ibicenco Es Ventall en la terraza. Por la tarde, visitaremos el patrimonio de la ciudad o tomaremos el sol en la playa de Cala Bassa o Cala Comte, antes de terminar el día con estilo frente al famoso atardecer del Café del Mar.

Para este último día, elegiremos entre los deportes náuticos en una de las muchas calas del suroeste y una visita al pueblo de Sant Josep, incluida la fábrica de aceite de Joan Benet. También puedes visitar Eivissa para descubrir otras hermosas direcciones y comprar regalos.