Viaje encantado en Bélgica

4.3/5
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Explore Bélgica, un tesoro de diversidad.

Cultura, chocolate y encanto te esperan en Bélgica.

Bélgica: ¿cuándo ir?

Bélgica ofrece un clima templado, perfecto para explorar sus encantadoras ciudades en cualquier estación. En primavera, los parques cobran vida bajo temperaturas suaves, mientras que el verano trae días agradablemente soleados. El otoño tiñe los paisajes de tonos cálidos y el invierno, a menudo suave, invita a descubrir los mágicos mercados navideños. ¡Cada estación tiene su propio encanto, haciendo de Bélgica un destino acogedor durante todo el año!

Ideas de actividades

  • Degustación de chocolates artesanales - Saborea la excelencia del chocolate belga en una experiencia gourmet inolvidable.
  • Paseo en bicicleta a lo largo de los canales - Explora Bélgica de otra manera pedaleando tranquilamente a lo largo de los pintorescos canales, entre pueblos encantadores y paisajes verdes.
  • Exploración de castillos medievales - Sumérgete en la fascinante historia de Bélgica visitando sus majestuosos castillos y déjate maravillar por sus relatos y sus paisajes encantadores.
  • Paseo por los mercados de Amberes - Déjese seducir por los puestos rebosantes y los aromas especiados de los mercados de Amberes, donde cada descubrimiento despierta la curiosidad y el apetito.
  • Exploración del cómic francófono - Recorra las animadas calles de Bruselas tras las huellas de los héroes del cómic, descubra murales coloridos y déjese llevar por la imaginación desbordante de los autores francófonos.
  • Admire los tesoros del Art Nouveau - Recorra Bruselas y Amberes para admirar fachadas elegantes, joyas del Art Nouveau que cuentan la creatividad belga.
  • Placeres de la cerveza local en la abadía - Pruebe cervezas artesanales de abadía en un entorno auténtico y tranquilo, donde cada degustación lo sumerge en una tradición cervecera centenaria.
  • Paseo por el corazón de los bosques de las Ardenas - Regálate una escapada revitalizante entre los majestuosos árboles de las Ardenas belgas, donde cada paso revela panoramas encantadores y una fauna discreta.

Lugares imprescindibles

Bélgica: descubre un país lleno de sorpresas.

Los cómics: Hay un gran movimiento de cómics en Bélgica. Los cómics francófonos más famosos provienen de allí. Algunos nombres evocadores: Hergé (Tintín), las Ediciones Casterman, Jean Dupuis, Spirou, Boule y Bill, y más recientemente Philippe Geluck (El Gato). Todas tienen como templo el "país plano". La capital belga alberga el Centro Belga del Cómic así como numerosos murales que representan héroes de cómic, y un museo Hergé ha abierto sus puertas en Louvain-la-Neuve. Finalmente, con cerca de 700 autores de cómic, Bélgica es sin duda el país que cuenta con más dibujantes por kilómetro cuadrado.

Un fascinate cruce cultural y artístico

Bélgica ha contribuido en gran medida a la evolución del arte mundial y continúa haciéndolo. En la encrucijada de diferentes culturas, el país ha experimentado la mayoría de las grandes corrientes artísticas europeas. Pero Bélgica también ha innovado. En varias ocasiones, se ha encontrado en el centro del escenario en Europa, con artistas como Van Eyck, Bruegel, Rubens, Jordaens, Memling, o incluso Magritte, reconocidos por todos como maestros. Te sorprenderá la recurrencia del Art Nouveau, nacido en Bélgica a finales del siglo XIX, que se manifiesta en Bruselas, especialmente alrededor de la Casa Horta. El Art Decó, del cual Victor Horta se inspira a principios del siglo XX para el diseño del palacio de Bellas Artes de Bruselas, también es destacado. El ayuntamiento de Charleroi es una referencia en materia de Art Decó. Los museos belgas están llenos de tesoros provenientes del arte primitivo flamenco, del Renacimiento, de la Contrarreforma o del surrealismo, pero también del arte contemporáneo y el modernismo.

Bruselas, la capital de Europa

Por su posición central en Europa, Bruselas muestra que el futuro de la Unión pasa por Bélgica. La instalación en el lugar de numerosas administraciones de la Unión Europea lo atestigua. Ciudad internacional, está en el corazón de un país abierto, conocido por preferir el consenso al enfrentamiento. Sin embargo, esta tendencia parece estar invirtiéndose cada vez más cuando se abordan las cuestiones comunitarias. Verdadero motor y columna vertebral de la Unión, Bruselas acoge al Consejo de la Unión Europea, a la Comisión Europea, las comisiones, algunas sesiones plenarias del Parlamento Europeo, el Comité Económico y Social así como el Comité de las Regiones. ¡Bienvenido al corazón de Europa!

El país de la cerveza: Bélgica, tierra de tradiciones cerveceras

¿Cómo hablar de Bélgica sin mencionar sus cientos de cervezas? Orgullo del país, embajadoras de la cultura belga, las cervezas son parte integral del paisaje del reino. Este cuenta con numerosas cervecerías artesanales, trapenses u otras abadías. Bebida nacional, la cerveza se consume en todas las ocasiones: durante una comida, en el café, en el restaurante, solo o acompañado. Más allá de los grandes nombres de cervezas rubias como Jupiler, Maes o Stella Artois, cada región produce localmente cervezas específicas. De hecho, en algunos lugares están señalizadas rutas de la cerveza, como la que comienza en Dinant. El pronunciado gusto de los belgas por esta bebida se explica por el clima templado propicio para el cultivo de cereales, y un entorno microbiológico que favorece la presencia de levaduras salvajes. Estas levaduras permiten fabricar cervezas de fermentación espontánea, un proceso único en el mundo. Las cervezas trapenses también hacen famosa a Bélgica, elaboradas por monjes en abadías. Existen 10 en el mundo, de las cuales 6 son belgas.

Un viaje para los paladares gourmets y curiosos

Si las coles de Bruselas no siempre son populares fuera de las fronteras, el chocolate belga, en cambio, tiene más éxito. Desde que la confitería belga inventó el praliné en 1912, el chocolate es un producto que se ofrece en un embalaje diseñado y patentado para conservar todo su sabor: la caja. Desde 1915, ha reemplazado el cono, poco práctico porque las golosinas colocadas dentro se aplastaban fácilmente. Pero la gastronomía belga también es alta cocina. Un viaje a Bélgica será, por lo tanto, la oportunidad de probar los chicons, babeluttes, flamiches, waterzoois y otros caracoles.

Una mezcla cautivadora de cultura y sabores

Descubre un país que combina armoniosamente tradición y modernidad, donde cada esquina cuenta una historia fascinante. Con sus ciudades pintorescas como Brujas, apodada la "Venecia del Norte", y sus canales románticos, serás transportado a un cuento de hadas. Bélgica es también un paraíso para los gourmets, famosa no solo por sus finos chocolates y sus crujientes gofres, sino también por sus deliciosos platos como los mejillones con papas fritas. Los amantes de la historia se deleitarán con los numerosos castillos medievales y campos de batalla que salpican el país, mientras que los entusiastas del arte no querrán perderse las galerías modernas de Gante y Amberes. Bélgica es también la cuna del surrealismo, ofreciendo una perspectiva única sobre el arte y la creatividad. Con sus festivales animados y su escena musical dinámica, este país te promete una experiencia cultural rica e inolvidable. Prepárate para ser encantado por la calidez y hospitalidad de los belgas en tu próxima aventura.
Para descubrir bien Bélgica, una estancia de 5 a 7 días es ideal. Esto le permitirá visitar Bruselas, Brujas, Gante y Amberes, disfrutando de la gastronomía y la cultura locales sin prisas.
Para organizar una luna de miel en Bélgica, elige ciudades románticas como Brujas o Gante, reserva un hotel con encanto, planifica cenas gastronómicas y explora los sitios culturales. Considera un paseo en barco o en bicicleta.
Para pasar unas buenas vacaciones con un bebé en Bélgica, elige alojamientos adaptados para familias, planifica visitas cortas y accesibles con cochecito, y aprovecha los numerosos parques, museos interactivos y espacios verdes del país.
Para una excursión en familia en Bélgica, explora el Bosque de Soignes cerca de Bruselas, las Altas Fagnes por sus paisajes únicos, o el Parque Natural de las Dos Ourthes en las Ardenas, ideal para paseos adaptados a todas las edades.
Para practicar el ecoturismo en Bélgica, prioriza el uso del transporte público o la bicicleta, alójate en alojamientos ecológicos y explora parques naturales como las Hautes Fagnes o el Bosque de Soignes. Respeta la naturaleza y apoya a los productores locales.
El presupuesto para una estancia en Bélgica depende de la duración, el medio de transporte y el tipo de alojamiento. Para un fin de semana, prevé entre 250 y 500 euros por persona, incluyendo transporte, alojamiento, comidas y visitas.
Para ir a Bélgica, puede tomar un avión hacia Bruselas, Amberes o Charleroi, o bien viajar en tren desde las grandes ciudades europeas. La red de autopistas también facilita el acceso en coche desde los países vecinos.
Para los ciudadanos de la Unión Europea, un documento de identidad válido es suficiente para viajar a Bélgica. Para los nacionales de fuera de la UE, se requiere pasaporte y, en algunos casos, visa según la nacionalidad.
Bélgica es generalmente segura para los viajeros. Se recomienda mantenerse atento en los lugares turísticos, vigilar sus pertenencias y respetar las indicaciones locales para disfrutar de una estancia tranquila.
Para viajar a Bélgica, no se exige ninguna vacuna obligatoria para los viajeros procedentes de la Unión Europea. Sin embargo, se recomienda tener actualizadas las vacunas habituales, especialmente contra la difteria, el tétanos y la poliomielitis.