Las 10 cosas que ver en la Isla Sur de Nueva Zelanda

Tierra auténtica que transporta a los viajeros al corazón mismo de la naturaleza, Nueva Zelanda, o Aotearoa en maorí, es un país de Oceanía compuesto por dos islas distintas. Un viaje a Nueva Zelanda es un verdadero regreso a las fuentes donde las cosas más simples te parecerán increíbles. La isla Sur de Nueva Zelanda está llena de paisajes increíbles donde será difícil no detenerse cada 5 minutos.

Especialmente para ti, descubre los 10 lugares que no te puedes perder de la isla Sur durante tu viaje a Nueva Zelanda.

Nelson

Entre mar y montaña, Nelson es una pequeña ciudad llena de encanto, generalmente la primera etapa cuando se llega de la isla Norte en ferry. Para los amantes de la naturaleza, el Parque Nacional Abel Tasman ofrece caminatas, playas y vistas paradisíacas. Para todo lo que es relax y deportes acuáticos, la playa de Tahunanui es ideal para este tipo de actividades. Por último, Nelson es también una región vinícola donde una degustación de sus vinos no se debe rechazar.

Kaikoura

La ciudad costera de Kaikoura es uno de los destinos más increíbles de Nueva Zelanda gracias a su espectacular particularidad: la observación de ballenas, delfines y lobos marinos salvajes. Esta península permite a los visitantes contemplar estos mamíferos marinos en su hábitat natural y a veces incluso nadar con ellos. También ofrece panoramas inolvidables a través de diferentes caminatas como la Peninsula Walkway o el ascenso al Monte Fyffe.

Christchurch

En plena reconstrucción debido a uno de los terremotos más mortales de Nueva Zelanda ocurrido en 2011, Christchurch es una ciudad donde el arte urbano ha ganado su lugar. A través de los barrios de la ciudad, numerosas obras de arte permiten dar un nuevo aire a las calles y edificios aún en ruinas.

Akaroa

A solo 1 hora en coche de Christchurch, Akaroa es la única ciudad testigo de la colonización francesa en Nueva Zelanda. Algunas huellas de esa época aún están presentes, como una bandera francesa en la entrada de la ciudad o nombres de calles con connotaciones francesas. Allí también podrás buscar delfines, lobos marinos y pingüinos presentes en la bahía y recorrer varios senderos para descubrir la península en todo su esplendor.

Dunedin

Dunedin es una ciudad marcada por la arquitectura de sus edificios. Con sus orígenes escoceses, podrás descubrir, al doblar una esquina, magníficos edificios como la catedral de San José o los antiguos edificios del Octagon, la plaza principal de la ciudad. Dunedin también es conocida por tener la calle más inclinada del mundo: Baldwin Street. Con una inclinación de 35 grados y una subida de 350 metros, la vista desde la cima recompensará tus esfuerzos.

Milford Sound

Considerado como el fiordo más famoso de la isla Sur, el Milford Sound es sinónimo de sorpresas y paisajes increíbles, tanto con sol como con lluvia. Cruzar parte del Fiordland en crucero o en helicóptero es la mejor manera de admirar la belleza de este lugar, como las cascadas de Stirling o el Mitre Peak.

Monte Cook

Formado de rocas y hielo, el Monte Aōraki/Cook es una joya eterna de Nueva Zelanda. Con sus laderas espectaculares, cubiertas de nieve eterna y bordeadas por las aguas turquesas del lago Pukaki, este lugar mágico te dejará sin palabras. Con caminatas accesibles tanto para principiantes como para expertos en alpinismo, es preferible informarse en el centro de información antes de comenzar cualquier trekking.

Queenstown

Verdadera ciudad de aventuras, es imposible aburrirse en Queenstown. Entre parapente, trineo de verano, puenting, rafting y deportes de invierno en las montañas nevadas, esta ciudad notable te dejará recuerdos maravillosos. No te preocupes si eres amante de la naturaleza, Queenstown también ofrece vistas increíbles sobre el lago Wakatipu o la cadena montañosa de los Remarkables.

Wanaka

Entre encanto y tranquilidad, la ciudad de Wanaka y su lago es imperdible durante tu viaje a medida en Nueva Zelanda. Todas las estaciones del año aportan un aspecto diferente pero siempre increíble a este pequeño rincón del paraíso. Después de admirar y fotografiar el famoso « árbol solitario », súbete a tu bicicleta y degusta los vinos orgánicos de la región. Tómate el tiempo de hacer el Diamond Lake Track, una caminata de 3 horas ida y vuelta donde una vista impresionante te espera a 755 metros de altitud.

Franz Josef Glacier y Fox Glacier

Otro espectáculo de lo más notable, y eso en solo unos minutos de caminata. Franz Josef Glacier y Fox Glacier son dos glaciares para descubrir a pie o en helicóptero para los más afortunados. Durante tu pequeño recorrido, verás los diferentes paneles presentes en el sendero que te mostrarán el retroceso de los glaciares a lo largo del tiempo. Tan fáciles de acceder, y sobre todo un lugar que tiende a desaparecer, una breve parada en medio de este entorno no te dejará indiferente.

¡No esperes más para descubrir este país del fin del mundo! Si estas magníficas fotos te han dado ganas de viajar a Nueva Zelanda, debes saber que si prefieres el calor, los meses de noviembre y abril son los más propicios.