Japón, lugares y visitas imprescindibles

Publicado el 17 déc. 2024

Japón, lugares y visitas imprescindibles

Japón planea (por fin) reabrir sus fronteras a los viajeros independientes el próximo octubre, así que ¿por qué no planear tus próximas vacaciones allí?

Japón puede parecer impresionante a primera vista, y con más de 3.000 islas que lo componen, uno puede sentirse rápidamente perdido. ¡Pero eso significa aún más posibilidades para ti, solo tienes que hacer la elección correcta para disfrutar de tus vacaciones soñadas!

Viajar a Japón es descubrir el país del manga y la tecnología, visitar el nuevo parque temático del Studio Ghibli, disfrutar del ambiente eléctrico de Tokio, la serenidad de los templos de la isla de Shikoku, pero también saborear la cocina japonesa.

¡Descubre estos imprescindibles de Japón!

Tokio

Calles concurridas de Shinjuku en Tokio, Japón.

En la capital, cada barrio ofrece a los visitantes un ambiente particular.

El barrio de Shibuya está lleno de tiendas de moda, mientras que Akihabara ofrece tiendas llenas de videojuegos y productos electrónicos. Si te gusta el lujo y los salones de té refinados, dirígete a la avenida Chuo-dori, en el barrio de Ginza. Allí también encontrarás el Kabuki-za, un teatro con fachada tradicional donde los actores transmiten su arte dramático.

¿Prefieres la tranquilidad? No dudes en dar un paseo por el jardín nacional Shinjuku Gyoen para relajarte después de un día de caminata. El parque de Ueno también es recomendable. Allí se puede visitar el rico museo de Arte Occidental, el museo nacional, el emotivo santuario Toshogu, pero también el zoológico más antiguo del país.

Kioto

Templo Daigo ji

En la antigua capital imperial del país, encontrarás un ambiente más relajante, en el corazón de la cultura tradicional japonesa. La ciudad es conocida por sus jardines zen, así como por sus templos budistas y santuarios sintoístas. En primavera, un paseo por el Camino de los Filósofos te permitirá admirar los magníficos cerezos en flor, tan apreciados en el país.

Los imprescindibles de la ciudad serán el Palacio del Shogun y el Pabellón de Oro, pero también el jardín zen de Ryoan-ji, el templo Kinkaku, así como los santuarios y templos de Nikko.

Monte Fuji

Fuji y hojas de arce rojo en el lago

Para los amantes del deporte, la ascensión al Monte Fuji es imprescindible en tu viaje. Con una altura de 3.776 metros, este símbolo de Japón es un verdadero emblema espiritual. Cada año, 300.000 personas realizan su ascenso, entre el 1 de julio y el 31 de agosto. Muchas personas eligen una caminata de dos días, para poder descansar a mitad de camino antes de continuar su trayecto temprano al día siguiente. De hecho, se recomienda salir muy temprano para admirar el amanecer, con una vista impresionante.

Hachinohe

El uso del kimono vuelve a estar de moda.

Situada al norte de la isla de Honshū, Hachinohe y su región están llenas de tesoros ocultos que te harán vivir Japón de otra manera.

Su arte culinario se basa en la agricultura y la pesca. Debido a los vientos presentes en primavera y verano, las plantaciones de arroz eran devastadas. Los habitantes entonces se volcaron hacia el cultivo de trigo, alforfón o mijo, y adaptan sus platos a estos cereales. En cuanto al mar, la ciudad portuaria es reconocida por la variedad y calidad de sus pescados y mariscos. Los viajeros pueden descubrir, y sobre todo saborear, estos productos locales en los mercados, incluido el de Tatehana situado junto al mar.

¡Los festivales son imperdibles! El festival Hachinohe Enburi, con 800 años de antigüedad, se celebra cada año del 17 al 20 de febrero. Presenta danzas folclóricas tradicionales que imitan las etapas del cultivo del arroz. Durante el primer día, la procesión de bailarines desciende por las calles del centro de la ciudad, para alegría de los visitantes.

El Hachinohe Sansha Taisai o “Festival de los tres santuarios” se celebra del 31 de julio al 4 de agosto. Entonces puedes admirar durante algunos días sus representaciones de arte folclórico y su desfile de carrozas, clasificados como patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.

Parque temático del Studio Ghibli

Totoro

¡Así es! No estás soñando, ¡un parque temático del Studio Ghibli abrirá este otoño en Japón! Este evento era muy esperado, y podrás descubrir el “Ghibli Park” desde el 1 de noviembre en el parque del departamento de Aichi, a 300 km de Tokio.

De las cinco zonas del parque, tres estarán accesibles desde la apertura, ¡incluida la casa de los personajes de Totoro! Las dos zonas restantes estarán inspiradas en los animes “La princesa Mononoke”, “Kiki la aprendiz de bruja” y “El castillo ambulante”, y serán inauguradas en 2023.

La isla de Shikoku, tras los pasos del monje Kobo Daishi

La arquitectura de los templos es un perfecto ejemplo del saber hacer de los constructores japoneses.

Shikoku es una de las cuatro islas principales (junto con Hokkaido, Honshū y Kyūshū) de Japón. Es famosa por su naturaleza, pero sobre todo por su famoso camino de peregrinación. Este está compuesto por 88 templos, algunos de los cuales fueron edificados por voluntad del monje Kobo Daishi (Kukai), que vivió de 774 a 835.

Allí encontrarás numerosos templos, cada uno con sus particularidades y tradiciones. El templo Jison-in recibe ofrendas que representan senos de todas las formas y tamaños, ya que las mujeres van allí a rezar por su salud y buena fertilidad.

El santuario sintoísta Niutsuhime Jinja, notable por su puente en forma de arco, ha sido clasificado como patrimonio mundial de la UNESCO.

En el templo Kongobu-ji, podrás participar en una sesión de meditación en el dōjō situado en el jardín Banryu-tei. Es el jardín de piedras más grande del país. Esta meditación de 40 minutos será dirigida por un monje, en un ambiente relajante, iluminado por velas.

El templo Okuno-in es el santuario que alberga el mausoleo de Kōbō Daishi (Kūkai). Esto lo convierte en uno de los sitios más sagrados de Japón.

En el templo Rengejo-in, es el sonido de la campana el que marca el inicio del día. Entonces podrás unirte a los monjes budistas para el ritual.

Dirígete a la Nakano Udon School, esta escuela especializada en la preparación de fideos udon. Aprenderás a hacerlos en un ambiente festivo y ¡podrás incluso llevarte tus fideos y un libro de recetas!

Para terminar, relájate con un té matcha en el jardín Ritsurin, que ha recibido la distinción de “Belleza escénica especial nacional”. Es uno de los jardines más bellos y extensos de Japón, con el monte Shiun de fondo.

Okayama, el «país del sol»

El castillo de Okayama

Apodada el “país del sol”, la prefectura de Okayama disfruta de más de 270 días de sol cada año. Además de disfrutar del buen tiempo, podrás explorar la antigua residencia de los samuráis del clan Ashimori. Perteneciente a la familia Sugihara, se ha conservado en su estado original, para el deleite de los visitantes que pueden descubrir el modo de vida de la época Edo (siglos XVII-XIX).

Si aprecias el arte de la gastronomía tradicional, visita Urashima Honpo. Esta confitería tradicional fue fundada hace más de 80 años por la familia Miyake. Allí podrás descubrir los dulces locales, pero también iniciarte tú mismo en su elaboración. Para terminar, podrás aprender a realizar una ceremonia del té.

Okinawa, descubre el Japón subtropical

Okinawa

Okinawa está compuesta por 160 islas paradisíacas, y posee un clima subtropical del que los viajeros pueden disfrutar todo el año. Allí encontrarás una naturaleza preservada llena de paisajes variados y coloridos. Playas de arena blanca, aguas turquesas, selvas tropicales y cascadas... Okinawa es una mezcla de patrimonio histórico y cultural. Se encuentra una biodiversidad marina y terrestre excepcional, pero también festivales y eventos muy reconocidos.

Ve a las islas Kerama, para descubrir los corales y las ballenas jorobadas. Si prefieres las hermosas playas, no dudes en visitar las islas Yaeyama, Miyako o la isla de Kume. Estas islas son lugares imprescindibles para el buceo, pero también para el esnórquel, rodeado por uno de los arrecifes más bellos del mundo.

En cuanto al patrimonio artístico y cultural de la isla, las artes escénicas tienen un lugar importante en el corazón de los habitantes, y esto desde la época en que Okinawa era el reino de Ryukyu. De hecho, forman parte integral de la vida de los habitantes. Se puede citar la danza de Ryukyu, el Kumiodori, la música y la canción acompañadas del Sanshin o el Eisa. Okinawa es también la cuna del karate, una técnica de autodefensa enseñada a la aristocracia guerrera del reino de Ryukyu.

En Okinawa, la comida es un «kusuimun», es decir, un remedio. Para los habitantes de estas islas, una alimentación equilibrada y sabrosa contribuye a un cuerpo sano. Así que disfruta de un soba de Okinawa, acompañado de awamori, el licor destilado más antiguo de Japón, para aprovechar al máximo tu experiencia.