Lo esencial que hay que saber
Bombay, la capital del estado indio de Maharashtra, es una de las ciudades más pobladas de la India. Sus callejuelas llenas de vida y su ambiente mítico al estilo Bollywood la convierten en una de las ciudades más fascinantes del país. Varanasi, o Benarés, a orillas del Ganges, es una parada imprescindible. Un paseo en bote temprano en la mañana ofrece un momento místico mientras los hindúes se purifican a orillas del río. También es aquí donde muchos indios son incinerados, un rito ancestral que permite que el alma se reencarne según las creencias hinduistas.
Pondicherry, antiguo enclave francés, seduce por su arquitectura colonial. Con sus iglesias y su plaza del gobierno, esta ciudad recuerda a las ciudades costeras francesas y constituye una parada imprescindible en un viaje al sur de la India. En Pondicherry, se pueden admirar atardeceres sublimes junto al mar y hablar francés con los lugareños.
Sanchi, a cuarenta kilómetros de Bhopal, alberga el santuario budista más antiguo existente antes del siglo XII, con monumentos influyentes del budismo. El festival Dasara en Mysore celebra la victoria del bien sobre el mal con danzas, sacrificios y ofrendas a los dioses hindúes. En Ladakh, un safari a lomos de yak permite conocer a los Dardos y los nómadas del Chang Tang y descubrir paisajes impresionantes.