Publicado el 17 de diciembre de 2024
El turismo responsable consiste en dejar un impacto positivo no solo en el medio ambiente, sino también en las personas que viven en los lugares que elegimos visitar. Resulta no solo en un viaje más ético y responsable en cuanto al impacto de los viajeros, sino también en un viaje más auténtico, emocionante y culturalmente inmersivo para ellos también. Aquí tienes una guía rápida de algunos de nuestros mejores consejos sobre cómo ser un viajero responsable. 10 gestos eco responsables para adoptar en tus próximas vacaciones... Pequeños consejos ecológicos y simples para evitar el desperdicio, reciclar al máximo y limitar los daños a la naturaleza y a las personas, en resumen, un consumo responsable que solo hará bien a nuestro planeta.
Viajar con un guía local te permitirá aprender más sobre la población local, su cultura, el paisaje y sus lugares más salvajes y maravillosos haciendo senderismo, ciclismo o vela con un experto local. Y es una forma fantástica de apoyar la economía local. En muchos países, desde Kenia hasta Sri Lanka, los cazadores furtivos han cambiado su forma de vida convirtiéndose en guardianes de reservas o guías.
Piensa útil, así que reduzcamos los gases de efecto invernadero. Prioriza, si es posible, los transportes en tren en lugar del avión, disfrutarás más de los paisajes... Infórmate sobre las plataformas de coche compartido que te permitirán hacer buenos encuentros y reducir los gases contaminantes...
Por último, no olvides que los trayectos cortos son muy agradables a pie o en bicicleta, para combinar el placer con una actividad deportiva...
El precio de tu alojamiento incluye el consumo de electricidad, pero eso no significa que debas dejarte llevar, dejando la ventana abierta y el radiador innecesariamente encendido al máximo... Consume inteligentemente y utiliza el aire acondicionado, la calefacción y los aparatos eléctricos solo cuando sea necesario y con moderación. Por último, no olvides desenchufarlos...
¡Ahorra agua! Es preciosa, da vida... El agua es un recurso vital y a menudo escaso en los destinos turísticos. Durante tus vacaciones, prefiere la ducha al baño (tomar un baño equivale más o menos a tomar tres duchas), evita dejar correr el agua del grifo y prefiere beber agua del grifo (cuando sea posible) usando botellas reutilizables. Si te alojas en un hotel, ¡no hagas lavar tus toallas todos los días! ¡Uno de los gestos eco responsables más simples de adoptar!
Lleva contigo productos respetuosos con el medio ambiente, especialmente si viajas fuera de los caminos habituales. Esto significa cremas solares, jabones, desodorantes, etc. ecológicos, si quieres mantener el entorno tan intacto como lo encontraste, especialmente si vas a pasar mucho tiempo en el agua. Lleva solo lo necesario, deja en casa los embalajes superfluos. En muchos destinos, la separación selectiva de residuos no existe. Si la hay, infórmate sobre las normas de separación de residuos en tu lugar de vacaciones (color de los cubos, horarios de recogida...) y respétalas al máximo. Ten en cuenta que a los locales no les gusta que los turistas destruyan su entorno, así que adáptate. Un consejo: intenta reducir tus residuos domésticos al máximo, prefiere por ejemplo una botella reutilizable a una de plástico, usa pilas recargables y piensa en llevar siempre una bolsa reutilizable.
En Japón, hay muy pocas papeleras públicas, ¡haz como los japoneses, lleva tus residuos contigo!
Actúa por respeto a los demás y sobre todo por respeto a la belleza de los lugares. Haz que las playas permanezcan puras, que las áreas de picnic estén limpias y que los sitios preservados sigan siéndolo. No tires nada en la naturaleza, ni siquiera tus residuos orgánicos (cáscaras, pañuelos de papel, papel higiénico...) que podrían alterar el ecosistema. Invierte en un cenicero portátil para tirar tus colillas y reduce tu consumo de productos tóxicos como insecticidas, aerosoles, aceite solar...
Si actúas de forma eco responsable en casa, ¿por qué no hacerlo en tu lugar de vacaciones? Rechaza sistemáticamente las bolsas de plástico llevando siempre contigo una bolsa reutilizable. Piensa en abastecerte en los comercios locales y consumir frutas y verduras de temporada, favoreciendo necesariamente lo orgánico y los circuitos cortos. Así descubrirás nuevos sabores y encuentros a menudo ricos en recuerdos.
En destinos más lejanos, ten cuidado con lo que compras. No compres productos fabricados a partir de especies amenazadas, maderas duras o artefactos antiguos. Las conchas y los corales también deben quedarse donde están, y si piensas comprar piedras preciosas localmente, verifica la legalidad y la ética de esta práctica antes de partir.
La afluencia a los principales lugares turísticos varía según las estaciones, algunos sitios sufren este turismo de masas y el ecosistema lo paga. Así que, si tu agenda te lo permite, ¿por qué no viajar en temporada baja? Algunos sitios incluso te ofrecerán servicios únicos, posibles solo fuera de temporada. Disfrutarás más del encanto local...
No olvides que los profesionales del turismo ofrecen cada vez más equipamientos y servicios que combinan confort y ecología, mencionados por el logo ecolabel (en Europa), ATES o ATR en el mundo. A través de pequeños gestos como el tratamiento de residuos, el uso de bombillas de bajo consumo, buscan sensibilizarnos y modificar nuestros comportamientos. No dudes en preguntarles si ofrecen alquiler de bicicletas, paseos para descubrir la biodiversidad o formas de alojamiento insólitas... También podrán orientarte hacia paseos acondicionados, caminos señalizados que te permitirán disfrutar de la fauna y la flora respetando el medio ambiente. Algunos destinos son pioneros en la materia, como las Galápagos (para saber más), Costa Rica o la Patagonia.
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Una publicación compartida por EcoCamp Patagonia (@ecocamp) el 8 Nov. 2018 a las 12:44 PST
Y si te apetece, ¿por qué no implicarte en una acción de protección del medio ambiente o una acción social? Infórmate sobre los encuentros propuestos por las asociaciones locales que ofrecen participar en tareas de mantenimiento muy específicas: recoger residuos y bolsas de plástico en la playa, limpiar los fondos marinos, sensibilizar a los turistas o apoyar un proyecto de educación popular... Allí harás buenos encuentros y enriquecerás tus conocimientos en la materia.
Como habrás entendido, nada es demasiado bueno para nuestro planeta azul, tan rico en maravillas pero terriblemente amenazado. Así que actuemos por el medio ambiente, o mejor dicho, reaccionemos, solo hace falta desarrollar un poco más nuestro sentido cívico y añadir algunos gestos y el resultado será aún más beneficioso. Los desafíos medioambientales son enormes, es adoptando estos gestos eco responsables y comportamientos eco ciudadanos que actuaremos más rápido contra el calentamiento global y preservaremos lo mejor posible nuestros recursos naturales. Si el descubrimiento de estos nuevos espacios naturales y magníficos medios acuáticos nos abre la mente, no pasemos por alto lo esencial, adoptemos los buenos gestos, pensemos en las generaciones futuras.
Fotos (c) Mana Amir – unsplash (c) Sasin Tipchai – pixabay (c) fancycrave – unsplash (c) Zhang Dayong – unsplash (c) Agathe & Mathieu – #WeCanGoAnyWhere (c) Muriel D (c) Hasan Almasi – unsplash (c) Antoni Socias – unsplash
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