día 1
Aeropuerto El Alto - La PazLlegamos a La Paz por El Alto, ¡de qué manera para sumergirse en la multitud y el cambio de escenario inmediato! Saltamos a un taxi para cruzar este mercado gigante y nos detenemos en la primera estación de teleférico. Tomamos altura para darnos cuenta de cómo es realmente La Paz: esta ciudad extendida en una especie de enorme cráter. Pequeñas “casas” de colores hasta donde alcanza la vista, mercados por todas partes... Las cabinas vuelan por encima de este ambiente caótico, lleno de vida, con los picos nevados del Huayna Potosi y el Illimani como telón de fondo (glaciares emblemáticos de Bolivia de más de 6000 m de altitud). Nos detenemos en Sopocachi, a dos pasos del centro agitado. Nos encanta pasear por las calles tranquilas de este pequeño barrio bohemio de La Paz. Allí encontramos pequeñas tiendas, pequeños bares que realmente valen la pena visitar. Tomaremos un mate de coca en el mercado de Sopocachi, la bebida sagrada y tradicional, el remedio contra el mal de altura. Y la yapa, es decir, el pequeño extra que ofrece la vendedora, porque aquí siempre se "yapa" a un buen cliente. Pasas la noche en la Casa del Monticulo.
día 2
La PazSalimos para un día de exploración de La Paz. Recorremos las calles de Sopocachi, en dirección al centro, con una pequeña pausa de «jugo de frutas frescas» en el mercado Sopocachi y una «salteña» en el camino. La salteña es el tentempié de las 11h de los bolivianos: es una pequeña empanada rellena de pollo o de res en su jugo. El reto: comerla, sin cubiertos, sin mancharse... Ciudad mestiza y contrastada, La Paz es la muestra perfecta de todo un país. Del barrio de los mercados, lleno de colores y aromas, se cruzan unas calles para encontrarse en el corazón del barrio histórico, convertido en centro de negocios. Dos mundos que coexisten a 200 metros de distancia y cuyo único punto en común es el caos permanente y ruidoso que los caracteriza. Tomamos un mate de coca, o unas hojas para masticar en la Sagarnaga. Cruzamos el Mercado de Las Brujas, donde compramos una miniatura para agradar al Ekeko, dios benévolo de la abundancia. La tradición dice que se proyectan todas las esperanzas en la compra del objeto deseado en miniatura, que luego será ritualizado. (Descubre la leyenda del Ekeko) En el barrio histórico, tomamos la calle Jaen, una de las últimas calles coloniales de la ciudad, con sus adoquines y sus casas de colores. Nos tomamos el tiempo de abrir todas las puertas para descubrir pequeños patios interiores, galerías, el museo de instrumentos musicales, y conocemos a Rosario. Ella nos habla de cultura, de moda, de tradiciones, y nos invita a probar sus numerosas faldas de cholitas (dicen que son 7 superpuestas), revelándonos todos sus secretos. Almorzamos en una de las mesas comunes del mercado, en medio de los paceños. La variedad de platos es rica, y los olores de carne a la parrilla con salsa de Ají se mezclan con los de las frituras y otras sopas picantes. Subimos a El Alto en teleférico, sobrevolamos casas hasta donde alcanza la vista, nos metemos por encima de los patios interiores, de las terrazas donde se secan las ropas tradicionales, los trajes de baile... En la ladera del acantilado, están los chamanes que dirigen las ceremonias de ofrendas a la Pachamama. ¿Nos aventuramos a visitar a uno de ellos para que nos lea las hojas de coca? Bajamos por el cementerio general. Lejos de ser aterrador o triste, este cementerio único es animado, colorido por grandes murales y decorado por las familias de los difuntos. Aquí, la muerte se celebra: se canta, se baila y se hacen ofrendas para honrar a los seres queridos fallecidos. Esta visita nos permite comprender mejor la cultura boliviana respecto a sus muertos. Luego pasamos por la Calle de Los Andes, calle de los costureros de carnaval, de tiendas y sastres. Podríamos pasar horas observando el minucioso trabajo de los fabricantes de máscaras de la Diablada. Más abajo, en dirección al mercado, se encuentran sombreros a medida, joyas de todo tipo y faldas de cholitas. Saltamos en un colectivo para regresar a Sopocachi. Para la cena, les proporcionaremos una lista de sugerencias de restaurantes, de todos los estilos. En Bolivia, se tiene la suerte de contar con alimentos variados y de calidad, se come bien. Es simple, aquí confluyen los productos de la Amazonía, de los Yungas (frutas y verduras tropicales), los productos del Altiplano (papa, quinua, llama), la carne del Beni, y los productos del lago Titicaca. La comida puede acompañarse de un buen vino local de Tarija con una cepa de altura. Pasan la noche en la Casa del Montículo.
día 3
La Paz - Copacabana - YumaniReúnanse en el cementerio general temprano; en lugar de un transporte privado, les proponemos tomar un autobús colectivo en dirección a Copacabana. Así, el trayecto adquiere otra dimensión, el recorrido en sí mismo se convierte en una excursión. Tras los atascos a la salida de La Paz y El Alto, partimos por una carretera llena de baches, música andina a todo volumen en los oídos, olor a hoja de coca mascada en las narices. A nuestra izquierda, en días despejados, el Sajama, el punto más alto de Bolivia con sus 6542 metros de altitud; a nuestra derecha, la Cordillera de los Andes. A mitad de camino, el lago comienza a revelarse. Llegamos a Tiquina, donde bajamos del autobús para cruzar la desembocadura en barco. En el muelle, nos dejamos tentar por pequeñas frituras de ispis del lago, acompañadas de ají (salsa picante). Cuidado de no perder de vista nuestro autobús que cruza por su lado; si nos descuidamos, podría irse sin nosotros. Queda poco más de una hora de trayecto antes de llegar a Copacabana. En la plaza principal, podemos elegir para almorzar entre la trucha del lago a la mantequilla, al ajo, al tomate, o a la llajwa – salsa picante imprescindible de los Andes... o también un ceviche de pescado fresco con leche de tigre y maíz salteado. Luego embarcamos en una lancha hasta el pueblo de Yampupata. Desde allí, partimos de excursión hasta el pueblo de Sampaia (3-4 h máximo), por la cresta, atravesando pequeños pueblos y con una vista impresionante del lago, el interior, los Andes y Perú. Luego llegamos a la Isla del Sol. Es la isla más grande del lago. También es la que alberga más templos y lugares sagrados. Finalmente, es un lugar impregnado de leyendas, aún muy presentes en la mente de sus habitantes. Pasan la noche en el hotel Ecologe La Estancia.
día 4
Yumani - ChuquinapiZarpamos a bordo de un catamarán, construido por jóvenes de la comunidad local de Santiago de Huata, al otro lado del lago. La travesía del lago es tranquila, al ritmo del viento, permitiéndonos admirar la Isla de la Luna y la Cordillera Real al fondo. Pasamos la tarde en Chuquiñapi, un pequeño pueblo tranquilo, lejos de las multitudes.
día 5
Chuquinapi - TuniSalimos en dirección al corazón de la Cordillera, hasta Tuni. Pasamos dos días acogidos por la familia Quispe. Jaime y Marisol nos reciben en su casa en Tuni, un caserío aymara situado a 4400 m de altitud, habitado por una decena de familias. Las tradiciones ancestrales aymaras siguen muy presentes allí, y la comunidad de Tuni se compromete a hacerlas perdurar y compartirlas. No hay puestas en escena, ni disfraces: los Quispe nos abren sus puertas y nos dejan vivir unos días con ellos, con toda sencillez, con la Pachamama en el centro de las creencias y las ofrendas. Pasas la noche en el albergue-ecolodge de Tuni.
día 6
Tuni - La Paz - UyuniNos dejamos llevar por el ritmo de la Cordillera. Seguimos a Vicky a la escuela del pueblo. ¿Por qué no probar una clase de lengua aymara? La transmisión de las tradiciones ancestrales también pasa por la enseñanza de esta lengua, aún hablada en los pueblos. Luego nos ofrecemos como ayudantes de cocina con Denys y Marisol. La especialidad aquí es la Huatia, una cocción en horno cavado en la tierra. Uno de los alimentos estrella es el chuño, una papa deshidratada. En el Altiplano, los suelos y el clima solo permiten a algunas comunidades realizar una cosecha de papas al año. Como método de conservación, los andinos implementan, durante los meses más fríos, un proceso de deshidratación para extraer el almidón de las papas. El sabor es... particular, pero el método es ingenioso y sería bueno aprender la técnica. Para completar nuestra comida andina, salimos a pescar en los ríos y lagunas heladas, ricas en trucha. Participamos en las diferentes tareas según la temporada y las necesidades: fabricación de colchones de paja que serán vendidos en los alrededores, recolección de excrementos de animales para combustible en las casas. La esquila de llamas es una verdadera prueba, un poco musculosa, cuyo primer desafío es inmovilizar al animal. Con la lana hilada, podremos aprender el tejido y la confección de prendas de abrigo, muy apreciadas en la montaña. Tomamos la carretera en dirección a La Paz. Su conductor le lleva a la terminal de autobuses. Nos espera una nueva etapa de nuestra aventura. Partimos hacia el Gran Sur boliviano. Tomamos un bus nocturno en dirección a Uyuni. Asientos reclinables, pequeño refrigerio, ¡más cómodo que un avión y menos emisiones de CO2!
día 7
Uyuni - GuadalupeNuestro conductor-guía de expedición nos recibe a la llegada. Después de un buen desayuno, partimos para 5 días de expedición en 4x4, en dirección a regiones mágicas, pues inexploradas y misteriosas. Comenzamos el día con un lugar importante de la historia de Bolivia: la antigua Maestranza de Uyuni, que ahora es un cementerio de trenes. Allí se conservan los restos de locomotoras de finales del siglo XIX; eran ellas las que transportaban mineral de la región hacia los puertos chilenos. Luego entramos en la región de Lípez y ponemos rumbo al sur, en dirección a la Ciudad del Encanto. Recorremos los rincones de esta formación geológica que parece una construcción gigante de arena. Al retomar nuestro camino, pasamos por San Pablo de Lípez, que forma parte de esos lugares que uno no espera ver habitados, ya que parecen perdidos en medio del gran vacío desértico y árido del Sur Lípez. Pero allí podremos tener bonitos encuentros. Tiempo de trayecto: 6 a 7 h Son recibidos calurosamente en el Hospedaje de la Roma por Marina, habitante de esta comunidad que reúne a 3 familias (comodidad básica: ausencia de agua caliente). Les recomendamos llevar un saco de dormir con ustedes.
día 8
Guadalupe - QuetenaPartimos al descubrimiento de la Ciudad de Roma. Uno se siente muy pequeño ante este espectáculo natural de formaciones geológicas de todas las formas. En medio de este paisaje muy mineral, también bordeamos lagunas coloridas, entre ellas la Laguna Celeste al pie del volcán Uturuncu (6 012 metros de altitud), que aún emite fumarolas con olores a azufre. Nos cruzamos con vicuñas, vizcachas, ñandús y flamencos rosados, protegidos por la reserva natural Eduardo Avaroa. Tiempo de trayecto: 8h Pasamos la noche en el hostal Doña Braulia. En ausencia de calefacción y agua caliente, le recomendamos llevar un saco de dormir con usted.
día 9
Quetena - Desierto de SiloliViajamos hacia el oeste, en dirección a la Laguna Colorada. Esta debe su intensa coloración rojo ladrillo a la presencia de fitoplancton que reacciona a la luz del sol. Luego, continuamos la excursión hacia los géiseres Sol de Mañana (4850 m), situados en un cráter volcánico que emite vapores de azufre y chorros de agua caliente que alcanzan entre 10 y 50 metros de altura. Hacemos una parada en las termas de Polques antes de avanzar a lo largo de la Laguna Salada y de cruzar el desierto de Dalí (así llamado por los paisajes que recuerdan a algunos cuadros del maestro). Llegamos a media mañana a la Laguna Blanca y a la Laguna Verde, al pie de los volcanes Juriques y Licancabur (5960 m). Entonces presenciamos un curioso fenómeno: el viento se levanta y la Laguna Verde adquiere un espectacular tono verde esmeralda. Regreso a la Laguna Colorada al final de la tarde. La ruta continúa a través de los magníficos paisajes del desierto de Siloli y su famoso «árbol de piedra», donde a veces se aventuran algunas vizcachas. Tiempo de trayecto: 7h Pasamos la noche en el hotel del Desierto. (Disponibilidad para habitación doble-matrimonial no garantizada)
día 10
Desierto de Siloli - San JuanRumbo al norte, bordeamos la frontera chilena tomando la « ruta de las joyas »: Laguna Honda, Ch’arkota, Hedionda y Cañapa, santuarios de 3 variedades de flamencos rosados. Parada en el mirador del volcán Ollagüe (5 865 m), aún activo, que también alberga una de las minas de azufre más altas del mundo. Luego, cruzamos el pequeño Salar de Chiguana, al pie del volcán Tomasamil (5 900 m), antes de llegar al pueblo de San Juan, donde se encuentran espectaculares momias de los « señores de Lipez » y un pequeño museo que les está dedicado. Tiempo de trayecto: 6 a 7 h Pasamos la noche en la posada La Cabaña de Sal.
día 11
San Juan - Uyuni - Colchani - UyuniPara terminar nuestra travesía de hoy, partimos al descubrimiento del mayor desierto de sal del mundo. Desde San Juan, dos horas de pista nos permiten alcanzar el Salar de Uyuni (3 650 m). La sensación es única: el horizonte ya no tiene límites y la inmensidad invita al silencio. Conducimos sobre esta inmensa extensión blanca para llegar a la Isla Incahuasi. Esta sorprendente isla de origen volcánico, perdida en pleno corazón del salar, ofrece un punto de vista inmejorable sobre el desierto de sal y los volcanes circundantes. Está cubierta de estromatolitos (estructuras calcáreas sintetizadas por colonias bacterianas fosilizadas, primeras huellas de vida en la Tierra) y de cactus gigantes. Por la tarde, continuamos la travesía del Salar: rumbo al este hacia la ciudad de Uyuni. Antes de llegar, nos detenemos para visitar una explotación de sal y el antiguo hotel de sal construido sobre la superficie del Salar. Tiempo de trayecto: 6h Para terminar el día de la mejor manera, disfrutamos de un momento único: admiramos la puesta de sol sobre el salar mientras degustamos un vino de Sudamérica. Pasan la noche en el hotel Tambo Aymara.
día 12
Uyuni - PotosíTomamos un autobús en dirección a Potosí. Marlène nos recibe y nos hará vivir una inmersión en su pasado como trabajadora de la mina de plata en Potosí, antigua fuente de riqueza del continente europeo. Almorzamos en casa de sus allegados, para un verdadero salto en el día a día de estos trabajadores de las profundidades del Cerro Rico, la mina principal de Potosí. Un paso por la Casa de la Moneda nos sumerge en la época colonial y la historia de esta ciudad de la plata. Es en esta hermosa casa de estilo colonial, hoy convertida en un importante museo histórico, donde se acuñaba la moneda de la corona española hasta el siglo XIX. La Casa de la Moneda es también un testimonio del próspero pasado de la "Ciudad Imperial" donde se encontraron los yacimientos de plata más importantes del Nuevo Mundo. Tras este descubrimiento, Potosí se convirtió en el principal proveedor de plata de España. A tener en cuenta: la Casa de la Moneda está cerrada los domingos por la tarde y los lunes. Pasa la noche en el hotel Colonial.
día 13
Potosí - SucreComo en el relato de Eduardo Galeano, « Las venas abiertas de América Latina », nos sumergimos en la realidad de esta ciudad saqueada de su riqueza. Intercambiamos con los mineros y nos adentramos en los túneles de las minas del Cerro Rico. Tomamos un autobús para llegar a la ciudad blanca de Sucre, otro lugar emblemático de la colonización. Pasan la noche en la casa de huéspedes La Selenita.
día 14
AzúcarNos encontramos con Céline, una francesa que vive en Bolivia desde hace más de 10 años. Ella nos comparte su día a día así como su amor por su ciudad de adopción, su cultura y su historia. Comenzamos con una clase de cocina tradicional. Nos sumergimos en el mercado de la ciudad para comprar cacahuetes, verduras, carnes y otras especias para preparar la famosa Sopa de Maní boliviana. Recorremos puestos llenos de frutas y verduras de todo tipo. Charlamos con las caseritas y tomamos un pequeño jugo. Luego nos instalamos en la cocina para picar las cebollas, cocinar la carne a fuego lento, moler los cacahuetes, saltear las verduras... El secreto de la Sopa reside en los fideos, que se tuestan antes de cocerse, y en la salsa llajwa, una salsa picante que acompaña absolutamente todos los platos andinos. Seguimos a Céline por las callejuelas de Sucre de arquitectura blanca, escuchando sus relatos sobre el papel clave de la ciudad en la historia de la liberación boliviana. Entre dos monumentos, pasamos por su tienda de artesanía, reflejo del ambiente bohemio de la ciudad. Para terminar bien nuestra visita, compartimos una pequeña cerveza artesanal en uno de los lugares favoritos de nuestra guía. Pasas la noche en la casa de huéspedes La Selenita.
día 15
Sucre - La PazChristophe, un francés instalado en Bolivia desde hace años, cónsul honorario de Francia, chofer, productor de licor local... es nuestro guía para el día. Nos hace descubrir sus lugares favoritos del campo chuquisaqueño y su cultura quechua. Almorzamos con su familia adoptiva en Candelaria y descubrimos los secretos del tejido, especialidad artesanal de la región. Su chofer le lleva a la terminal de autobuses. Tomamos un bus nocturno en dirección a La Paz. Asientos reclinables, pequeño refrigerio, ¡más cómodo que un avión y menos emisiones de CO2!
día 16
La pazSu conductor le recogerá en la estación de autobuses. Las danzas bolivianas son una verdadera representación de la mezcla de la cultura boliviana. El Carnaval es el momento de abolir las jerarquías, de vencer los tabúes y de expresar, detrás de las máscaras, todos esos mundos ocultos tan presentes en las creencias. Ya sea en época de Carnaval, de Gran Poder (fiesta de La Paz) o de inicio universitario, no falta la ocasión de cruzarse con grupos de jóvenes paceños ensayando en los parques o en las plazas de la ciudad, reinventados como pistas de baile para la ocasión. ¿Tentado por la idea de participar en un ensayo de Tinku, Diablada o Llamerada? Un grupo de bailarines nos enseñará con orgullo los pasos y el significado de su coreografía. Para el ejercicio, la resistencia es la clave. A casi 4 000 metros de altitud, incluso después de 15 días de estancia, la falta de oxígeno sigue notándose. Bajamos a la zona sur para almorzar en una terraza. Otro ambiente, otra ciudad: hay que saber que se gana 1 grado cada 100 metros de desnivel. Así que el cálculo es sencillo: se disfruta de 4 grados adicionales yendo a la zona sur. Las terrazas allí son agradables y menos ruidosas, los cafés son de diseño y las calles son más tranquilas. Se aprovechan los pequeños parques donde juegan los niños para pasear, las tiendas modernas, o se va al Mall, gran centro comercial, para un baño de vida al estilo americano. También se encuentran los barrios bonitos, condominios seguros, con casas increíbles, algunas dignas de los barrios famosos de Hollywood. Se sale de la agitación del barrio de negocios y se recupera cierta dulzura de vivir. Pasa la noche en la Casa del Montículo.
día 17
La Paz - Coroico - La Paz - SajamaPara sus tres últimos días de exploración en Bolivia, le proponemos elegir el final de su viaje. Atrévase a lo inesperado, podrá decidir en el lugar. Opción: ¿Ganas de calor y naturaleza tropical? Encuentro con los productores de coca en los Yungas Descendemos de nuestras alturas hacia la región pre-tropical de los Yungas. Allí se encuentra el calor y una vegetación verde y exuberante. Salimos de La Paz y subimos hasta casi 4 600 metros de altitud, a la Cumbre. Es aquí donde comienza el descenso en bicicleta de montaña. Desde allí, dejamos el Altiplano para adentrarnos en la cuenca amazónica. A partir de ahora, vamos a perder 100 metros de altitud y ganar 1,6 grados cada 10 minutos. Dejamos las llamas, la nieve, la roca, para llegar a Yolossa, el agua, los mangos, el café, los loros, los monos, a 1 200 metros de altitud. El verde reemplaza al gris, es una explosión de colores, olores y oxígeno. Esta ruta es la única que conecta la capital andina con los productores de la Amazonía. En caso de conflicto social, bloquearla con algunos camiones significa detener el transporte de mercancías (carnes, cítricos, coca, café) hacia la capital. El control de esta vía es primordial. Nota: el descenso se realiza en servicio grupal / acompañante angloparlante. Pasa la noche en el hotel Sol y Luna. Opción: ¿Ganas de grandes espacios al pie de los volcanes en la frontera chilena? Trekking y expedición en el parque de Sajama Salimos en dirección al parque nacional de Sajama. En el camino, descubrimos la historia de la región de Carangas, pasando por sus chullpas (las sepulturas) y su iglesia colonial. Entramos en el parque, hasta el pueblo de Sajama, enclavado entre los tres imponentes volcanes: el Sajama, la cumbre más alta de Bolivia (6 542 m); y los gemelos, el Parinacota (6 348 m) y el Pomerape (6 240 m). Nos cruzamos con los únicos habitantes del lugar: alpacas, vicuñas y ñandúes (primos del avestruz) cuando la suerte nos sonríe. Pasa la noche en el hostal Oasis.
día 18
Coroico - Puente Villa - SajamaOpción: ¿Ganas de calor y naturaleza tropical? Encuentro con los productores de coca en los Yungas Vamos al encuentro de los caficultores, que han sabido valorizar sus tierras y salir de la producción no virtuosa e intensiva de coca, tan popular en la zona. Cruzamos los campos de café y de coca e intercambiamos con los productores de Coripata. Serás recibido en una pequeña posada en Puente Villa. Opción: ¿Ganas de grandes espacios al pie de los volcanes en la frontera chilena? Trekking y expedición en el parque Sajama Exploramos el parque, sus géiseres y sus lagunas. Nos dirigimos a la Laguna Sorapata, un lugar de biodiversidad preservada. Nos encontraremos especialmente con fochas gigantes, aves acuáticas que construyen sus nidos en la laguna, como grandes plataformas flotantes hechas de algas y hierbas. Nos tomamos un tiempo al final del día para bañarnos en las aguas termales naturales. El aire exterior es fresco, con un poco de viento, clima clásico en Sajama. El agua caliente de la fuente humea en su superficie, estamos rodeados de las tres cumbres nevadas, no hay ningún ruido... Es uno de esos momentos raros de exclusividad total. Tiempo de caminata: 4h. Desnivel: +600m/-600m. Altitud: 4 960m. Pasas la noche en la posada Oasis.
día 19
Puente Villa - La Paz - Sajama - La PazOpción: ¿Tienes ganas de calor y naturaleza tropical? Encuentro con los productores de coca en los Yungas Subimos hacia los altos plateaus, pasando por Yanacachi, cruce comercial de la región. Se intercambian productos frescos amazónicos por papas y quinua del Altiplano. Opción: ¿Tienes ganas de grandes espacios al pie de los volcanes en la frontera chilena? Trekking y expedición en el parque Sajama Vamos a pie hasta la laguna Huaña Khota, donde a veces los flamencos se mezclan con los patos y gansos salvajes, dueños del lugar. Seguimos rodeando el volcán Sajama y sus nieves eternas, hasta el pueblo histórico de Tomarapi. Regresamos a La Paz al final del día. Pasas la noche en la Casa del Montículo.
día 20
La Paz - Aeropuerto El AltoSu conductor viene a recogerle a su hotel y le lleva al aeropuerto.
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