Mongolia, el país de las estepas infinitas
Publié le 17 déc. 2024
Situada entre Rusia y China, Mongolia evoca imágenes de vastas extensiones salvajes, de nómadas montados a caballo y de tradiciones ancestrales. Este país fuera de los caminos trillados está lleno de tesoros naturales y culturales que lo convierten en un destino de viaje único y fascinante. En este artículo, te llevamos a descubrir las maravillas ocultas de Mongolia.
¿Listo para descubrir un adelanto de las increíbles experiencias que te esperan?
1. Lo que debes saber sobre Mongolia
- La población: Mongolia es el país menos densamente poblado del mundo. De hecho, la población mongola asciende a solo 2.8 millones de habitantes viviendo en 1.5 millones de km2.
- El idioma: El idioma oficial es el mongol. Sin embargo, la mayoría de los habitantes (especialmente los más mayores) hablan ruso debido al pasado soviético. Además, cada región tiene sus propios dialectos. El inglés se utiliza más para el turismo y los negocios internacionales.
- La moneda local: Se trata del Tugrik (MNT). ¡El billete más alto es de 20,000 MNT, lo que equivale a menos de 6 euros!
2. Paisajes contrastantes
Mongolia se destaca por paisajes diversificados impresionantes. Entre ellos, el Khermen Tsav se impone como una verdadera joya natural. En medio del desierto del Gobi se encuentra este cañón esculpido en la roca. A lo largo del día, se pueden descubrir colores cambiantes que van desde tonos rojos hasta degradados ocres.
¿Tienes ganas de alcanzar alturas? El parque nacional Altai Tavan Bogd, o parque de los “cinco montes sagrados del Altái”, alberga la cumbre más alta del país: el monte Kuiten. Esta área de montañas y glaciares es el lugar ideal para los viajeros más deportivos y/o los apasionados por la historia.
Un agua transparente y pura, un encuentro con el pueblo turco de criadores de renos llamados los Tsaatans, costas magníficas: estamos hablando del lago Khuvsgul. Este último, considerado uno de los más bellos del país, bien merece su apodo de “perla azul” de Mongolia.
Si deseas embarcarte en una exploración, dirígete al volcán Khorgo. Entró en erupción hace más de 8,000 años y ahora extinto, este volcán permite observar un cráter de 300 metros de diámetro, un paisaje volcánico y muchas especies en peligro que se reúnen allí.
Para más calma y serenidad, hay que ir al monasterio Erdene Zuu. Calificado como el sitio patrimonial más importante del país, es el primer santuario budista construido en Mongolia. Debes tomarte el tiempo para detenerte allí y visitar este templo lleno de historia.
3. Un país único y una riqueza cultural
Viajar a Mongolia es ser marcado por un modo de vida que ya no conocemos en Occidente. Es experimentar el nomadismo y la ganadería.
En cuanto a la alimentación, Mongolia es un país donde se consumen principalmente carnes grasas y productos lácteos. Este tipo de alimentación se adapta al clima y al modo de vida nómada. La gastronomía local está compuesta por platos como los buuz (empanadillas rellenas de carne de cordero) y su variante frita, los khuushuurs. La población, por su parte, se alimenta principalmente de sopas y fideos. En bebida, la especialidad mongola reside en el té con leche salada. También encontrarás todo tipo de leches así como cerveza y vodka para los amantes del alcohol.
En la escena mundial, Mongolia se impone como el segundo productor de lana cashmere. De hecho, el país cuenta con más de 67 millones de ganado que sirven tanto para alimentarse como para la fabricación de ropa y las cubiertas de las yurts. Además del cashmere, Mongolia es conocida por la lana de yak y camello, así como por el fieltro hecho a partir de lana de oveja. Los nómadas todavía visten con la ropa folclórica típica del país, lo que te dará una impresión de viaje en el tiempo durante tu visita.
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