Sinónimo de grandeza y romanticismo, una escapada de unos días en Roma siempre es una buena idea. La visita de la capital italiana puede articularse alrededor de tres ejes temporales que, además de constituir puntos de referencia, permiten seguir el hilo del tiempo. ¡Benvenuti a Roma!
Dia 1: La antigua Roma y los fundamentos de la civilización romana
Dia 2: Roma y el Renacimiento
Dia 3: Descubrimiento del barroco romano
Comience su visita con el símbolo de la ciudad: el Coliseo. Luego, descubra los Foros Romano e Imperial, así como el Monte Palatino. Un paseo por este magnífico lugar le sumergirá en el corazón de los orígenes de Roma (Rómulo y Remo nacieron en el Palatinado) y luego en su antigua grandeza. Un billete combinado le permite visitar el Coliseo y los foros del Palatinado. Si sus reservas de energía aún no se han agotado, vaya a Santa María en Aracoeli. Se puede admirar una espléndida vista de Roma y unos momentos de sol en las escaleras que conducen a la iglesia, así como los esplendores que conducen a Santa María, en el fresco. Después de un merecido descanso, diríjase a Campo Marzio. Evitar el corso Vittorio Emanuele II y en su lugar tomar las callejuelas que bajan al barrio, a ambos lados del Teatro Marcello. Se puede llegar a Campo dei Fiori siguiendo senderos peatonales llenos de ropa, artesanías y cafeterías. Dependiendo de la hora del día, puedes sentarte a disfrutar de un aperitivo o elegir directamente dónde quieres cenar.
Regreso a Campo Marzio con un paseo por las calles renacentistas y los callejones de la antigua Roma. El itinerario comienza en Piazza Navona y termina en Piazza Farnese. De este modo, se distinguen el Senado, la Sapienza, el Campo dei Fiori y las más bellas iglesias renacentistas. Por la tarde, visita del Gueto, la Isla Tiberina y el Trastevere. Por la noche, puede quedarse en el barrio y disfrutar de su ambiente.
Para comenzar el día, visite el Vaticano y sus museos, incluyendo la Capilla Sixtina. Por la tarde, descubra la Fuente de Trevi, pasando por la Piazza di Spagna y la Iglesia de Trinidad y Tobago, y luego pase por la calle Condotti, la meca de las tiendas de lujo en Roma. Para aquellos que no pudieron dedicarse a las compras, las ventanas pueden ofrecer hermosos escenarios. Por la noche, se vuelve a Trevi porque el ambiente de la fuente, cuando se ilumina, es extraordinario, como lo es la multitud. De lo contrario, termine su estancia en Piazza del Popolo.
Cada circuito se puede personalizar de acuerdo a sus deseos